Carlos Aldana y Víctor Monguilán apuntan al podio de final de temporada en el club A.D.P.A.N.

Los pasados días 7 y 8 de Septiembre se llevó a cabo el penúltimo social del club A.D.P.A.N, en las oscenses aguas del pantano de Canelles.Con los nervios acumulados durante la semana pensando en el social y con la complicación que supone el no haber visitado el escenario de pesca en un mes,  Carlos Aldana y Víctor Monguilan emprendieron el viaje, 200 Km. les quedaban por delante.Subsanados los grandes problemas para echar las embarcaciones, debidos a la continua bajada del nivel (estaba al 20% de capacidad)  y ya en el agua, deliberaron sobre donde sería el mejor escenario para comenzar la manga, puntales rocosos, salidas de cortado, zona de árboles…. El horario del sábado era de las 15:30 hasta las 20:00.Casi sin darse cuenta sonó la sirena de salida de la primera manga, y dado que tenían el motor con menor cilindrada, esperaron a que saliesen el total de participantes. El primer lugar donde pararon fue una zona de árboles hundidos. Carlos optó por pescar en superficie, y tras dos lances, el Bent Minnow le proporcionó la picada un bass de kilo, que lo atacó bajo el agua, y que en décimas de segundo lo escupió bajo la atónita mirada de los dos pescadores. La cosa empezaba mal…Víctor se decantó por pescar a wacky, y para ello empleó la lombriz Flick Shake de Jackall Bros, en color cola, que rápidamente empezó a dar muestras de su efectividad.
 
 
Las capturas no se hicieron esperar, Víctor clavó un bass, que tenía pinta de ser de talla, (33cms.era la medida mínima). Después de esquivar varias ramas y segundos de incertidumbre, fue ensalabrado y a la tabla…. 34 cm. El burbujeo del vivero llenándose de agua era buena señal, sonaba como canto de sirenas.
Víctor,  incansable con el wacky, clavó otro bass en un solitario árbol, que midió 35 cm. Ya no había soledad en el vivero. La Flick Shake seguía dando peces, y en unos pocos minutos suben a la barca otros cuatro basses, pero solo rozan la medida mínima y son devueltos de nuevo a su medio natural.
 
En un gran árbol, Víctor tuvo una sutil picada, clavó y… le habían robado la Flick….volvió a lanzar y esta vez SIIIIIIII. Un bass de dimensiones aceptables venía enganchado del anzuelo, y que durante la pelea, escupió la anterior Flick, que hacía diez segundos le había robado… y la recién puesta también desapareció, con tan mala suerte que en uno de los saltos se desclavó… La lombriz se quedó en términos “slow sinking”, y junto a ella apareció un bass mucho mayor, que se la quedo mirando mientras se hundía  pero no quiso saber nada. Carlos comentó: ya volveremos a visitarla más tarde…Y  como lo prometido es deuda, volvieron a la postura pasados quince minutos. Carlos lanzó una spinnerbait de Stanley, pensando que el bass grande que no había querido un señuelo pequeño y lento, quizá querría lo contrario, un señuelo grande y rápido. Una vez la spinnerbait cayó junto al tronco del árbol y justo había dado dos vueltas de manivela, notó una brusca parada, a la cual le sucedió un fuerte cachete y la mágica frase surgió de forma espontánea: “LLEVO, LLEVO”. Víctor voló por la barca con la sacadera en ristre y ensalabró el bass, que dio 1.400 gr. en la báscula.Ahora ya solo pensaban en que podían llegar a cerrar el cupo… Llenos de confianza siguieron para mejorar lo que ya habían conseguido.Cruzaron a la otra orilla, a un puntal de grava. Víctor lanzó el insustituible Asura y clavó un bass de 38 cm., al que le siguieron tres capturas más que rozaron la medida válida.Volvieron al lugar donde obtuvieron el ataque al Bent Minow de un bass de talla holgada, y trabajando la zona con un jerk blando, lo engulló un ejemplar que pesó 1.200 gr., y que cambiaron por uno de menor talla que llevaban.Acabándose el tiempo de la manga, lanzando paseantes de superficie a un puntal que les ofrecía buenas vibraciones, consiguieron otra captura de 38 cm.
Resultado de la primera manga: 2º puesto.
 

Segunda manga

Visto el buen resultado que les dio  la zona del día anterior, decidieron repetir el lugar, y partieron raudos en aquella dirección, pero al llegar…. Como no, otra embarcación, propulsada por un motor con mucha mayor cilindrada que el que ellos pilotaban,  les había cogido el sitio. Sin desanimarse, se dirigieron a otra recula, batiéndola a base de popper. Pasada ya media hora, Víctor, con el SK-Pop, clavó un bass de 1.100 grs., inaugurando el vivero. La manga transcurrió con la obtención de numerosísimas picadas al SK-Pop. Hasta 12 basses subieron al barco, pero que lamentablemente, todos ellos estaban entre 30 y 32 cm. Fue una locura, muchas capturas, pero ninguna válida.
 
¿Y como no? Entre col y col…..bass, en una zona de cortado con árboles profundos.  Carlos, a split-shot capturó un bass de 35 cm.Siguieron con las mismas técnicas, uno a wacky y otro con el popper, consiguiendo muchas capturas, pero que no llegaron a dar la talla reglamentaria.Probaron en un puntal buscando bases suspendidos, ya que todo apuntaba a ello, y con el Power Dunk de O.S.P. consiguieron otra captura válida, que midió 34 cm. Y sin moverse del mismo sitio, obtuvieron otras tres capturas más, pero sus dimensiones no eran las adecuadas.Se estuvieron desplazando a otras zonas, en las que se repitiera el patrón de cortado con árboles profundos, para buscar peces suspendidos y la idea y su constancia les dio resultado, cuando Víctor capturó un bass de 35 cm., y Carlos, tras pasar su jerk blando por encima de un árbol sumergido, observó como salieron tres basses, peleándose por comerlo. En la batalla uno de ellos lo absorbió, con la suerte de que fue el mayor de los tres (35 cm.).  Al cabo de unos minutos, Carlos consiguió otro de 40 cm., y justo después, Víctor capturó otra bonita perca de 1.300 grs.
 
Cambiaron a la última zona que tenían en mente, ya que se les acababa el tiempo de la manga, y en un cortado vieron a un gran bass paseando.  Carlos le lanzó el señuelo casi de espaldas y semi-agachado, ya que el bass estaba muy cerca de la embarcación, pero éste reaccionó de forma positiva, a pesar de la presencia de elementos ajenos a su entorno, embocándolo con furia. Carlos hizo chirriar el carrete a través de la potente clavada que realizó, pero tras una larga carrera hacia el fondo, el bass se desgarró del anzuelo y se perdió en las profundidades.Bajo el lema nunca te rindas, siguieron lanzando y en uno de los lances, Víctor gritó: “¡¡¡¡¡YA,YA Y ES MUY BUENO!!!!!Tras una larga e interminable pelea, Carlos hizo entrar en la sacadera a un precioso black bass de  2.600 gr.
 
Resultado de la segunda manga: 1º puesto, con un peso total de 4.460 gr., que a la postre, y sumando la segunda posición de la manga del día anterior, les convirtió en los campeones de esta penúltima prueba.
 
 
Desde Fishing Import, les damos nuestra más sincera ENHORABUENA. 
 
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